Pesadillas del ayer
se asoman a mi ventana.
Yo no las quiero ver.
Torturaron mi niñez.
Pisotearon mi ilusión
revistiéndola de harapos.
Tenemos la misma sangre,
pero no lazos de amor.
Ya no existen para mí.
Esa parte del pasado
hace tiempo que ampute,
y muy lejos la exilié.
En este tramo del destino
tu ambición no tiene entrada.
No te reclamaré nada,
disfruta y goza tranquilo
del patrimonio paterno.
Más, no esperes amor filial,
ni amistad.
No he de compartir
mi mesa
1 comentario:
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