Una mujer me mira desde lejos,
más allá de ese triste mar oscuro
donde habitan mis silencios.
Esa mujer me mira y me sonríe
y me gusta su sonrisa.
Mis silencios los convierte
y me invade la ternura de los cielos y las playas
Y me llega con su brisa, con sus flores,
con sus aves, con su mundo...
en la clara luz de una sonrisa
Guzmán Lavenant
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