Hoy desperezo la noche y me delato
en los vacíos de una encrucijada
cuya mirada es pura madrugada
(fondo de postal con brillo insensato)
Entre la ira de mi negra sumisión
fui aurora, nítida espalda de cera
que no busca desencajarse en fiera
con el ímpetu estrangulado en un rincón.
Cuando sea media luz el vasto estío
preguntaré al resumen del afecto
como un alma siendo flor en un baldío:
¿Dónde viven los matices de aquel terso
amparo; cielo de luces que, estalladas
hoy empapan de silencio mi universo?
Ebelina Campos--Mabel--
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