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miércoles, junio 27, 2007
Qué le digo
Elisabet Cincotta
Qué le digo esta noche a la palabra
si es austera esta soledad desvencijada.
Qué murmullo despierta la añoranza
si todo tiempo pasado está sin huellas.
Qué rocío envejece entre rubores
y aterciopela los labios con sus sales.
Qué le digo al camino que se eriza,
cuál mi piel sin su contacto.
Qué le trazo al papel en esta noche
si mis manos sólo hacen garabatos.
Elisabet Cincotta
domingo, junio 24, 2007
DE TANGO Y MUERTE
Carlos Adalberto Fernández
Para Long
Y la miran pasar, cadencia oscura.
Los corazones baten dos por cuatro.
Qué paso, qué minón, flor del hembraje,
Aquí va a correr sangre y doler tango.
Un fueye que se estira al infinito,
anunciando la entrada de la Parca.
Ella mira, y abarca el horizonte.
perdida en un vacío de pestañas.
La rubia viuda negra tensa el hilo
que recorren dos guapos, ya atrapados.
Caderas y violín ondulan notas
de sensual ebriedad, de muerte en vuelo.
Las dagas se acarician, y sus filos
palpitan el desborde de la herida
que manará despecho, olvido y muerte.
Y la rubia sonriendo al de la suerte.
Y en un tango final, melanco y hosco.
Rubia y tango, unidos como hermanos
en el ritual que un guapo oficia y mata,
y otro muere, en eterno dos por cuatro.
Carlos Adalberto Fernández
Para Long
Y la miran pasar, cadencia oscura.
Los corazones baten dos por cuatro.
Qué paso, qué minón, flor del hembraje,
Aquí va a correr sangre y doler tango.
Un fueye que se estira al infinito,
anunciando la entrada de la Parca.
Ella mira, y abarca el horizonte.
perdida en un vacío de pestañas.
La rubia viuda negra tensa el hilo
que recorren dos guapos, ya atrapados.
Caderas y violín ondulan notas
de sensual ebriedad, de muerte en vuelo.
Las dagas se acarician, y sus filos
palpitan el desborde de la herida
que manará despecho, olvido y muerte.
Y la rubia sonriendo al de la suerte.
Y en un tango final, melanco y hosco.
Rubia y tango, unidos como hermanos
en el ritual que un guapo oficia y mata,
y otro muere, en eterno dos por cuatro.
Carlos Adalberto Fernández
BANDONEÓN
Elisabet Cincotta
bandoneón dame un tango
esta noche de lamentos
que opaque mi silencio
y reverdezca el corazón
esta noche de nostalgia
late el cuerpo en la distancia
quiero oír un tango más
esta ausencia que me bate
desde adentro hacia la piel
se acurruca en el estaño
venga un trago que a mi lado
está Troilo meciendo mi llanto
bandoneón gime-habla-
canta-grita en mis manos
melodías y recuerdos
y mi lágrima champán
esta noche de memorias pienso en él
su despedida
bandoneón dame un tango
necesito olvidar
Elisabet Cincotta
13/09/2006
derechos registrados
bandoneón dame un tango
esta noche de lamentos
que opaque mi silencio
y reverdezca el corazón
esta noche de nostalgia
late el cuerpo en la distancia
quiero oír un tango más
esta ausencia que me bate
desde adentro hacia la piel
se acurruca en el estaño
venga un trago que a mi lado
está Troilo meciendo mi llanto
bandoneón gime-habla-
canta-grita en mis manos
melodías y recuerdos
y mi lágrima champán
esta noche de memorias pienso en él
su despedida
bandoneón dame un tango
necesito olvidar
Elisabet Cincotta
13/09/2006
derechos registrados
LA VIDA ES UNA HERIDA ABSURDA
Long-ohni
(al maestro)
Loca ruleta donde la parda muerde
el cero, el negro, nada,
banca a destiempo que gira y contragira
borracha de silencio y soledades.
Con cada golpe rueda y se escabulle
una razón demente, absurda e imperfecta
y se pierde voraz por calle abajo
entre paredes sucias y albañales.
Si te toca vivir, ya es mala suerte,
guadaña sin rival que anda a zurdazos,
calcula el cross, no yerra, nunca yerra
y te deja knock out, el rostro entre la arena
con la quijada rota y con las ganas
de volverla a encontrar en otra esquina.
(al maestro)
Loca ruleta donde la parda muerde
el cero, el negro, nada,
banca a destiempo que gira y contragira
borracha de silencio y soledades.
Con cada golpe rueda y se escabulle
una razón demente, absurda e imperfecta
y se pierde voraz por calle abajo
entre paredes sucias y albañales.
Si te toca vivir, ya es mala suerte,
guadaña sin rival que anda a zurdazos,
calcula el cross, no yerra, nunca yerra
y te deja knock out, el rostro entre la arena
con la quijada rota y con las ganas
de volverla a encontrar en otra esquina.
sábado, junio 23, 2007
Una vez al soñar
graciela holfeltz
Una vez al soñar, me perdí en el intento
de ser dueña del alba sin Pegaso ni viento.
La ambición me sedujo, el talento me ajó,
me lancé al laberinto sin Ariadna o Teseo,
me miré mariposa abrigando el deseo
y el enorme egoísmo de jugar a ser yo.
Como el vientre vacío de un asceta en la roca
que lamenta la suerte de su pálida boca.
No permite mi sueño conocer la sustancia
que agazapa la muerte en su lógica eterna,
de engendrarnos paciente en su nada fraterna,
apagando la lumbre que cuidó nuestra infancia.
¿Qué misterios sombríos entorpecen el paso,
secretos que emblematizan el eterno cañamazo?
Hombres desangelados por codicia y por temor
maceran sueños de hadas, embruteciendo la mente
limpia de improperios vanos, poderosa, incandescente,
contraria a un cuerpo llagado por la ira del dolor.
¿Cuánto he de vagabundear tras el vuelo de alas,
un ángel niño o el cuervo en la cabeza de Palas?
Porque el poeta afiebrado grita al cielo nunca más,
y el ángel suplica al hombre que no implore en la tiniebla,
poeta y hombre sonríen por la razón que aún tiembla
de odio y resentimiento cuando mira para atrás.
El sueño está malherido, desangra roja ilusión,
busco la nota blanda de su incesante canción.
La que late en las entrañas con retumbo endemoniado,
y devasta los imperios de pecadores impíos,
orientando alta la proa de un velero poseído
hacia el horizonte azul, intruso y emancipado.
La vigilia me salva del abismo impiadoso,
que en el sueño se muestra como un diente y un pozo
Y Cerbero en tres fauces impidiendo al mortal,
a las puertas del Hades transitar por adentro
sin la música órfica aquietando su centro
de fiera domesticada por Hércules inmortal.
No me doy por vencida ni abandono mi sueño,
que transita este páramo solitario y sin dueño.
Porque ansío ser yo la que marque su hacienda.
Y sembrarla de historias, cantos, mitologías,
construyendo más tarde lares y cofradías
que soñarán sin recelo cuando el ojo se encienda.
Me niego a justificar mi soberbia presente.
Del mundo que me rodea tomo y saco, fácilmente,
lo que al sueño le reporta una ganancia sumisa.
Y lo ensancha de pasión, lo transforma en desenfreno.
Que no es otro que el amor, cáliz del mal veneno,
que al sueño eterno ha de atarnos con pena pero sin prisa.
Graciela Holfeltz
Una vez al soñar, me perdí en el intento
de ser dueña del alba sin Pegaso ni viento.
La ambición me sedujo, el talento me ajó,
me lancé al laberinto sin Ariadna o Teseo,
me miré mariposa abrigando el deseo
y el enorme egoísmo de jugar a ser yo.
Como el vientre vacío de un asceta en la roca
que lamenta la suerte de su pálida boca.
No permite mi sueño conocer la sustancia
que agazapa la muerte en su lógica eterna,
de engendrarnos paciente en su nada fraterna,
apagando la lumbre que cuidó nuestra infancia.
¿Qué misterios sombríos entorpecen el paso,
secretos que emblematizan el eterno cañamazo?
Hombres desangelados por codicia y por temor
maceran sueños de hadas, embruteciendo la mente
limpia de improperios vanos, poderosa, incandescente,
contraria a un cuerpo llagado por la ira del dolor.
¿Cuánto he de vagabundear tras el vuelo de alas,
un ángel niño o el cuervo en la cabeza de Palas?
Porque el poeta afiebrado grita al cielo nunca más,
y el ángel suplica al hombre que no implore en la tiniebla,
poeta y hombre sonríen por la razón que aún tiembla
de odio y resentimiento cuando mira para atrás.
El sueño está malherido, desangra roja ilusión,
busco la nota blanda de su incesante canción.
La que late en las entrañas con retumbo endemoniado,
y devasta los imperios de pecadores impíos,
orientando alta la proa de un velero poseído
hacia el horizonte azul, intruso y emancipado.
La vigilia me salva del abismo impiadoso,
que en el sueño se muestra como un diente y un pozo
Y Cerbero en tres fauces impidiendo al mortal,
a las puertas del Hades transitar por adentro
sin la música órfica aquietando su centro
de fiera domesticada por Hércules inmortal.
No me doy por vencida ni abandono mi sueño,
que transita este páramo solitario y sin dueño.
Porque ansío ser yo la que marque su hacienda.
Y sembrarla de historias, cantos, mitologías,
construyendo más tarde lares y cofradías
que soñarán sin recelo cuando el ojo se encienda.
Me niego a justificar mi soberbia presente.
Del mundo que me rodea tomo y saco, fácilmente,
lo que al sueño le reporta una ganancia sumisa.
Y lo ensancha de pasión, lo transforma en desenfreno.
Que no es otro que el amor, cáliz del mal veneno,
que al sueño eterno ha de atarnos con pena pero sin prisa.
Graciela Holfeltz
miércoles, junio 20, 2007
DE LA SERIE CAMINOS
Beatriz Martinelli
<
si tuviera esas manos
las que muchas veces busqué
es probable
el camino entre los árboles
sea un simple descubrir
que ya somos
*
no encontrarás
lo que no es
esta insistente forma
de fantasear
sólo invade
la poca sensatez
del discurrir
Beatriz Martinelli
cual gaviota
picoteaba los restos de sol
antes de la noche
B:M:
<
si tuviera esas manos
las que muchas veces busqué
es probable
el camino entre los árboles
sea un simple descubrir
que ya somos
*
no encontrarás
lo que no es
esta insistente forma
de fantasear
sólo invade
la poca sensatez
del discurrir
Beatriz Martinelli
cual gaviota
picoteaba los restos de sol
antes de la noche
B:M:
Escape
Migdalia Mansilla
se escaparon las palabras
no hay manera de llamar las cosas
todo quedó preso en los borrones
de una agonía de luces y de pájaros heridos
habitantes del camposanto /del nunca jamás
en este cuadro de sombras
ajeno
olvidado del paisaje
vemos rostros imprecisos que huyen
hacia un horizonte que se pierde
en el meridiano de la angustia
y en este pasar las páginas
-del libro de las ausencias-
yo me escapo también
viajo sin descanso hacia el pórtico
donde tu voz / se nubla
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: al mirar esa línea azul y difusa que llamamos horizonte.
Junio 14 de 2007
se escaparon las palabras
no hay manera de llamar las cosas
todo quedó preso en los borrones
de una agonía de luces y de pájaros heridos
habitantes del camposanto /del nunca jamás
en este cuadro de sombras
ajeno
olvidado del paisaje
vemos rostros imprecisos que huyen
hacia un horizonte que se pierde
en el meridiano de la angustia
y en este pasar las páginas
-del libro de las ausencias-
yo me escapo también
viajo sin descanso hacia el pórtico
donde tu voz / se nubla
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: al mirar esa línea azul y difusa que llamamos horizonte.
Junio 14 de 2007
viernes, junio 15, 2007
La última faena
©Fernando Luis Pérez Poza
Pontevedra. España.
Y sosegadamente
el reloj cuenta en la torre cada hora,
cuenta cada minuto, segundo a segundo,
y el vaivén del tiempo es su martirio,
dolor carnívoro de agujas que laten,
triple mortal que da la vida
y el circo se desmorona.
En la taquilla cuelga un cartel de:
¡No hay leones!
Nunca el trapecista humano
saltó sin red desde tan alto,
en el vaso, en la botella, en la bodega.
Nunca tanto payaso doloroso,
nunca tanta aritmética inexacta,
nunca tanto domador en paro
trabajó sin látigo y sin jaula.
Nunca, señor ministro de la nada, fue la vida
una carpa tan mortal
ni los enanos treparon sin cuerda hasta las sienes
con tanto desparpajo.
La serpiente se pasea con la manzana en la boca,
el elefante toca la trompeta para cambiar de tercio
mientras los monos agitan el pañuelo blanco
pidiendo la oreja.
Suenan los clarines, compañeros poetas,
aunque el toro ya lleva tiempo en el ruedo;
ríos de sangre ocultan la arena, el cielo,
y en el lomo del mundo ya no cabe
ni una banderilla más.
Suena el trombón del odio y el presidente en el palco,
al ver el estoque oxidado, ordena el descabello
a golpe de bomba atómica y suicidio global.
El azufre del infierno ríe,
y el tendido llora gritos de espanto:
La muerte sale de la plaza a hombros,
por la puerta grande,
sin que hayan dado las cinco de la tarde.
Junio 2007©Fernando Luis Pérez Poza
Pontevedra. España.
Pontevedra. España.
Y sosegadamente
el reloj cuenta en la torre cada hora,
cuenta cada minuto, segundo a segundo,
y el vaivén del tiempo es su martirio,
dolor carnívoro de agujas que laten,
triple mortal que da la vida
y el circo se desmorona.
En la taquilla cuelga un cartel de:
¡No hay leones!
Nunca el trapecista humano
saltó sin red desde tan alto,
en el vaso, en la botella, en la bodega.
Nunca tanto payaso doloroso,
nunca tanta aritmética inexacta,
nunca tanto domador en paro
trabajó sin látigo y sin jaula.
Nunca, señor ministro de la nada, fue la vida
una carpa tan mortal
ni los enanos treparon sin cuerda hasta las sienes
con tanto desparpajo.
La serpiente se pasea con la manzana en la boca,
el elefante toca la trompeta para cambiar de tercio
mientras los monos agitan el pañuelo blanco
pidiendo la oreja.
Suenan los clarines, compañeros poetas,
aunque el toro ya lleva tiempo en el ruedo;
ríos de sangre ocultan la arena, el cielo,
y en el lomo del mundo ya no cabe
ni una banderilla más.
Suena el trombón del odio y el presidente en el palco,
al ver el estoque oxidado, ordena el descabello
a golpe de bomba atómica y suicidio global.
El azufre del infierno ríe,
y el tendido llora gritos de espanto:
La muerte sale de la plaza a hombros,
por la puerta grande,
sin que hayan dado las cinco de la tarde.
Junio 2007©Fernando Luis Pérez Poza
Pontevedra. España.
jueves, junio 14, 2007
Tu palabra , la de otros y la mía
Monick Matchornicova
Hoy me apetece tu palabra, la de otros
incidiendo en los términos gastados,
rompiendo el horizonte contenido,
arriesgando el orden. Descubrir
las esquinas olvidadas, los océanos
vibrando como las ideas, burbujeando
oraciones como un beso, me apetece
pintar el canto-poesía. Atardecer
de pronto en pleno día y por que
no , terminar divagando encuentros
para caer en la retórica
del sueño, aquel
donde tiempo es sinónimo de cero ,
consecuencia de una entrega desmedida
por que el poema se transforma en caricia. Hoy
me apetece una mirada, allí
en el umbral de la esperanza,
en la mágica sonrisas de los niños
en tu palabra y la de otros, coincidiendo,
ya sabes... Coincidiendo.
Hoy me apetece tu palabra, la de otros
incidiendo en los términos gastados,
rompiendo el horizonte contenido,
arriesgando el orden. Descubrir
las esquinas olvidadas, los océanos
vibrando como las ideas, burbujeando
oraciones como un beso, me apetece
pintar el canto-poesía. Atardecer
de pronto en pleno día y por que
no , terminar divagando encuentros
para caer en la retórica
del sueño, aquel
donde tiempo es sinónimo de cero ,
consecuencia de una entrega desmedida
por que el poema se transforma en caricia. Hoy
me apetece una mirada, allí
en el umbral de la esperanza,
en la mágica sonrisas de los niños
en tu palabra y la de otros, coincidiendo,
ya sabes... Coincidiendo.
PARA QUE EL OLVIDO NO TE TOQUE
Malcolm Peñaranda
Tras despedirte entre flores amarillas
Cuando sales del desfile de cuerpos
Y emprendes viaje hacia el sonido de arpas
Vuelas sobre un caballo blanco
Sobre la naturaleza de polvo
Vas alegre
Sobre la piel errante de sus alas blancas
Vendrás a contarnos tus amores
Hallarás el silencio
Que enraizará tus gestos
En mis manos
En este momento
Cuando se ensancha
La eternidad de tu alma
Ni el dolor puede tocarte
Ni la zozobra
Ni el olvido
Más allá de valles y abismos
Se oye tu voz en el jardín.
Tras despedirte entre flores amarillas
Cuando sales del desfile de cuerpos
Y emprendes viaje hacia el sonido de arpas
Vuelas sobre un caballo blanco
Sobre la naturaleza de polvo
Vas alegre
Sobre la piel errante de sus alas blancas
Vendrás a contarnos tus amores
Hallarás el silencio
Que enraizará tus gestos
En mis manos
En este momento
Cuando se ensancha
La eternidad de tu alma
Ni el dolor puede tocarte
Ni la zozobra
Ni el olvido
Más allá de valles y abismos
Se oye tu voz en el jardín.
miércoles, junio 13, 2007
Sabías que todo se puede plantar...
Humberto Silva Morelli
12 de junio de 2007 20:41
¿Sabías que todo se puede plantar?
¿Sabías que todo se puede plantar?
¿Sabías que todo puede crecer?
¿Sabías que sólo querer
es un despertar?
Sabías que cada amanecer
es un nuevo caminar…
es un nuevo sembrar…
es un nuevo recoger…
de lo que has dado
y de lo que quieres dar?
¿Sabías que al sembrar amor,
este va a nacer
y tú podrás recoger
la Luz del Señor?
¿Sabías que sólo amando
se puede amar?
¿Creías…
que sólo
podías…
plantar
una flor?
NO. También puedes plantar…
Amor.
12 de junio de 2007 20:41
¿Sabías que todo se puede plantar?
¿Sabías que todo se puede plantar?
¿Sabías que todo puede crecer?
¿Sabías que sólo querer
es un despertar?
Sabías que cada amanecer
es un nuevo caminar…
es un nuevo sembrar…
es un nuevo recoger…
de lo que has dado
y de lo que quieres dar?
¿Sabías que al sembrar amor,
este va a nacer
y tú podrás recoger
la Luz del Señor?
¿Sabías que sólo amando
se puede amar?
¿Creías…
que sólo
podías…
plantar
una flor?
NO. También puedes plantar…
Amor.
sábado, junio 09, 2007
Y A LA ETERNIDAD LE DIJE...
Blanca Barojiana
Dedicado a mi amiga Amelie
- Caballo, caballo bayo,
caballo, ¡quién te montara!
Y quién llevara a su grupa
como tú, lunas de plata.
Lunas de plata, de plata,
lejos por los olivares,
en olas de piel y acero.
Tus cascos naves de hierro.
Cascos que hollaran la tierra
y despertaran los muertos.
Estrellas fueran tus ojos,
furores del firmamento.
Estrellas de nuevos mundos,
estallidos de universos.
¡Y quién, como tú, corriera
aún más deprisa que el tiempo!
Blanca Barojiana
Dedicado a mi amiga Amelie
- Caballo, caballo bayo,
caballo, ¡quién te montara!
Y quién llevara a su grupa
como tú, lunas de plata.
Lunas de plata, de plata,
lejos por los olivares,
en olas de piel y acero.
Tus cascos naves de hierro.
Cascos que hollaran la tierra
y despertaran los muertos.
Estrellas fueran tus ojos,
furores del firmamento.
Estrellas de nuevos mundos,
estallidos de universos.
¡Y quién, como tú, corriera
aún más deprisa que el tiempo!
Blanca Barojiana
viernes, junio 08, 2007
*Qué le digo*
Elisabet Cincotta, de Berazategui,
Buenos Aires, Argentina.
Qué le digo esta noche a la palabra
si es austera esta soledad desvencijada.
Qué murmullo despierta la añoranza
si todo tiempo pasado está sin huellas.
Qué rocío envejece entre rubores
y aterciopela los labios con sus sales.
Qué le digo al camino que se eriza,
cuál mi piel sin su contacto.
Qué le trazo al papel en esta noche
si mis manos sólo hacen garabatos.
Elisabet Cincotta
*derechos de autor reservados*
*VISITA MI PÁGINA
RETAZOS
**http://ar.geocities.com/retazosuno/index.htm*
*http://ar.geocities.com/retazosdos/index.htm*
*http://ar.geocities.com/retazosdos/retazos32007/index.htm*
*http://misretazosenpoemas.blogspot.com/*
*http://historias-sencillas.blogspot.com/*
Buenos Aires, Argentina.
Qué le digo esta noche a la palabra
si es austera esta soledad desvencijada.
Qué murmullo despierta la añoranza
si todo tiempo pasado está sin huellas.
Qué rocío envejece entre rubores
y aterciopela los labios con sus sales.
Qué le digo al camino que se eriza,
cuál mi piel sin su contacto.
Qué le trazo al papel en esta noche
si mis manos sólo hacen garabatos.
Elisabet Cincotta
*derechos de autor reservados*
*VISITA MI PÁGINA
RETAZOS
**http://ar.geocities.com/retazosuno/index.htm*
*http://ar.geocities.com/retazosdos/index.htm*
*http://ar.geocities.com/retazosdos/retazos32007/index.htm*
*http://misretazosenpoemas.blogspot.com/*
*http://historias-sencillas.blogspot.com/*
miércoles, junio 06, 2007
Extremos
Ma Cristina Longinotti
Tan profunda es tu mirada
en mi mirada profunda,
que me enceguece y me inunda
de arco iris y alborada.
Es tu abrazo tan estrecho,
que el corazón me contienes
y, estrechándome, lo tienes
acurrucado en tu pecho.
Y tan dulces son tus besos
en mis labios y en mi lengua
que, cuando me besas, mengua
la muerte con tus excesos.
Cris
Tan profunda es tu mirada
en mi mirada profunda,
que me enceguece y me inunda
de arco iris y alborada.
Es tu abrazo tan estrecho,
que el corazón me contienes
y, estrechándome, lo tienes
acurrucado en tu pecho.
Y tan dulces son tus besos
en mis labios y en mi lengua
que, cuando me besas, mengua
la muerte con tus excesos.
Cris
Canción para una amada Indígena
viernes, junio 01, 2007
Alberto Guzman
Odio la puerta y aquella esquina
donde las personas se pierden y se olvidan.
Odio tener que recordarlas
porque nunca pude retenerlas en mi vida
Odio el olvido del olvido
porque a veces me llegan los recuerdos
de la puerta y de la esquina.
¿De que me sirven recordar los despojos de la vida?
Dímelo tú,
si te he perdido en la puerta o en la esquina...
¿Me sirve de algo saber que estas muerta
o que estas viva?
Guzmán Lavenant
otaycali@yahoo. com.mx
Odio la puerta y aquella esquina
donde las personas se pierden y se olvidan.
Odio tener que recordarlas
porque nunca pude retenerlas en mi vida
Odio el olvido del olvido
porque a veces me llegan los recuerdos
de la puerta y de la esquina.
¿De que me sirven recordar los despojos de la vida?
Dímelo tú,
si te he perdido en la puerta o en la esquina...
¿Me sirve de algo saber que estas muerta
o que estas viva?
Guzmán Lavenant
otaycali@yahoo. com.mx
Matchornicova
Hace tiempo, desde siempre soy India de puro
polvo, vengo de las
entrañas de la tierra,
tardo en comprender los conceptos y
generalmente me duermo en los
discursos
peco de ser irrespetuosa y la indiferencia es
en parte rebeldia por
tener tu corona bajo el manto de los muertos.
Hace tiempo soy tierra , vereda y camino de
mis pasos, intervengo en
la nostalgia y me contengo de no reir cuando
tu grandeza piensa en
mi ignorancia.
Hace tiempo soy ojos de mi alma y no puedo
deducir tus melodias, por
que antes de nacer me impusieron el don del
egoismno y otros cantos.
Hace rato soy casta Universal, me siento en
las fronteras y me
muevo libre sin pensar en tus temores.
Hace tiempo, quiero hablarte de mi cielo, es
grande, inmensamente
azul como seguramente es azul el tiempo que te
espera...que me
espera;
ahora dejo subrrayar tu sarcasmo dentro de
mis lineas...hace tiempo
que lo pienso, hace tiempo
...Adelante!
Matchornicova
Austria
Hace tiempo, desde siempre soy India de puro
polvo, vengo de las
entrañas de la tierra,
tardo en comprender los conceptos y
generalmente me duermo en los
discursos
peco de ser irrespetuosa y la indiferencia es
en parte rebeldia por
tener tu corona bajo el manto de los muertos.
Hace tiempo soy tierra , vereda y camino de
mis pasos, intervengo en
la nostalgia y me contengo de no reir cuando
tu grandeza piensa en
mi ignorancia.
Hace tiempo soy ojos de mi alma y no puedo
deducir tus melodias, por
que antes de nacer me impusieron el don del
egoismno y otros cantos.
Hace rato soy casta Universal, me siento en
las fronteras y me
muevo libre sin pensar en tus temores.
Hace tiempo, quiero hablarte de mi cielo, es
grande, inmensamente
azul como seguramente es azul el tiempo que te
espera...que me
espera;
ahora dejo subrrayar tu sarcasmo dentro de
mis lineas...hace tiempo
que lo pienso, hace tiempo
...Adelante!
Matchornicova
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