martes, diciembre 22, 2009

ULTIMO CANTO....

De vuelta de la esquina
volaron las palabras
gritos amedrentaron al silencio
asustados los espectros
en carrera loca fueron a morir al rio.

A espaldas de la Noche
quejumbrosa soledad ardida
teje un chal eterno.
otea Penelope el ocaso
y en su alma se secan los acuerdos.

Al frente de la casa existe un bazar...

En subasta
sentimientos resquebrajados por los bordes
deshilado el dia espera un nuevo Sol,
fiducia craquelada moribunda
espera un canto breve
para insepultos restos
debajo de la corona funebre.

Responsos ceremoniales,
nupcias con la muerte,
de lirios negros el bouquet de Novia
sollozo postrero de vetusto campanario
carcajada de bronce sobregoge al sequito.

Asi se fue la sombra, esa que un dia fuera voz.

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Ana Lucia Montoya Rendon
Diciembre 2009

miércoles, diciembre 16, 2009

LLAMADO

¿Qué hacer con la ternura
aprendida de niña
y sellada con fuego
a la piel de una madre?

¿Qué buscan tantos trinos
de aves que no vuelan?
¿ Por qué el tanto amar
se torna en un problema?

Arquerías moldeadas redundan
en caídas a tierra...

no liberan afectos
las sedas y realces que brindas
las esquivan…
Y se pasa la vida…
Sí…
se pasa la vida.

SUSANA RODRIGUES TUEGOLS
Copyright ©

Es el perdón










El perdón es maná dorado de los dioses,
el liberar el alma del peso que nos lastra
es olvidar olvido, gritar al grito: ¡basta!
y cerrar el paréntesis que abrieron los adioses.

Es abrir el balcón del corazón florido,
gritar al grito: ¡basta! y olvidar al olvido.
¡Lluvia, lluvia de risas y lluvia de colores
se desgranó el perdón deshaciéndose en flores!

Blanca Barojiana

Virtuosa tranquilidad

En esos actos cotidianos
hay,sin dudar, un método
aunque así no lo parezca
y visita sin pausa tus momentos.

Tú lo permites y alientas
con ritmo al cual aquietas
para no cometer errores
con naturalidad tan propia.

Ya forman parte de nosotros
pues se han incorporado
en forma adecuada y tranquila
hasta ser parte relevante.

Nunca osan terminarse.
Crecen sin pausa ni límites.
Los dejamos fluir sin barreras
pues ahora nos pertenecen.

Advierto que estás siempre
despojada de disfraces.
Para eso llevas poder
y son innatas tus virtudes.

Así derramas en mis creencias
sanas y añejas presencias.
Nuestra conciencia está limpia
y exhibe virtuosa tranquilidad.


Oscar N. Galante

domingo, diciembre 13, 2009

CORAZÓN GITANO







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Tengo un corazón gitano
que errante vaga sin rumbo
como si fuera un marino busca
en cada puerto un amor.

Como aún no tiene dueño
que haga realidad sus sueños
deambula solitario por la vida
de la mano con el tiempo.

Que es de piedra mi corazón
agazapado bajo una coraza,
displicente murmura la gente,
sin advertir mi deseo de evitar
que lo lastimen sin razón.

Presumo con el correr del tiempo
que en mi vida es esquivo el amor,
sin embargo, nunca dejo de soñar
que el destino quizá me quiera regalar,
un corazón que solitario por el mundo
en un lejano puerto existirá.

©SKORPIONA
Inés de la Puente Spiers
http://skorpiona.webcindario.com/corazon_gitano.htm
http://skorpiona.ifrance.com
Derechos de autor reservados

lunes, diciembre 07, 2009

Vuelo largo VAG001







Hay textos anónimos,
hay textos generales,
hay textos personales.

Hay textos fríos e inexpresivos,
hay textos cálidos y sentimentales
hay textos intimos solo para dos.

Definitivamente hay muchos textos,
este es un texto mas de los muchos
pero es el texto que he elegido.

Ayer compre un globo grande
su texto fue BIENVENIDA
por la llegada de mi nieta.

Aun no se determino el nombre.
Costumbre de algunos determinarlo
despues del aterrizamiento.

Bella la nena, pequeña y rosada
se agrega a los cuatro varones
que ya alegran a la familia.

La ventaja de ser abuelo
cuantos mas nietos, mejor
pues cuanto mas amor, mejor.

Yossi May 3-12-09
(la niña nacio el 1-12-2009)

QUIÉN

He sido clara, dejé mis directivas frente al horno aquél.
Dije que me iría tras el otro lado donde el ocaso no quiere morir.
Cuando morir en vida es sólo matar al ideal de lo que creemos nos existe.
Fui clara, dejé expresado que del lado Este donde son arrojadas las plegarias de los desesperados, los que menos recuerdan ser agradecidos, cuando los polos de sabiduría y locura nos encuentran jugando a las tortitas de barro/de problemas qué lerdos descubrimos se llamaban en realidad posibilidades.
Pero lo dejé claro. Explícitamente: no me llamen.
Desde el salto al abismo el fulgor de la muerte y es la vida que nos consume. Adicciones estas no condenables cuando nadie mira por la vía dolorosa donde la coima no es crédito para ningún vencedor.
Y vencedores vencidos, allá fuimos donde los restos se nos quedaron junto a los que nos restaron.
Ellos quedaron muertos y a mí me mataron. Los medicamentos sanadores me sepultaron capas tras capas la imaginación. Ahora ya no escribo, ni mido en tus ojos lo que te escribía, ni puedo leer lo que la palma de tu mano me oculta.
Ahora que del vivir poco y nada se oscilan en la balanza del mal por el bien de mi perdón. Ahora que el precio que una paga por vivir es decir vivir es una gran mentira. Un tránsito-la dificultad- la piedra de esa memoria- dónde la venda caída- dónde el tuétano nos resiste y el vehículo del cuerpo echo de cenizas en holocausto, abonando al ciprés para que del alma le crezcan alas- Alas hacia el Retorno.
He sido clara. Expuesta en los peligros. Expuestos los peligros. Sacudida de advertencias y de Talmud. He sido clara. Con la frente pegada al Muro y la boca despellejándome la última plegaria. He sido clara. Pero quién. ¿Habrá el que abra?
¿Quién asumirá parte de mis lágrimas?

Fanny G Jaretón

domingo, diciembre 06, 2009

El mutismo de mi odio

Hubieras preferido que me ahogara en reproches
que te insulte, te ensucie, te hiera,
que exija me devuelvas lo que por tí he perdido,
que reclames, hermano
no haber jamás nacido.
Lamerías el piso, hermano,
limpiarías mis heces, me darías
tu ignominia en bandeja,
hermano, qué no harías
por mi misericordia,
mi perdón, mi olvido,
y por borrar las huellas.

Pero mi odio es mudo.
Es de piedra y fuego, nació y se hizo eterno
Estos ojos helados quemarán tus pupilas.
No importa lo que digas, lo que hagas
mi boca será un rictus acerado y mudo.
Mi cuchillo, hermano, te horadará mil veces.
Un silencio de espanto inundará el espacio
mientras mueres, y mueres, y te mato y te mato
y mi odio seguirá persiguiendo el silencio.

Porque ésto no termina, hermano.
Yo ya estoy muerto, sabes.
Sólo odio es lo que soy, hermano.
Tu me mataste aquel fatal momento
que elegiste hacer esclavo de tu hermano.

© Carlos Adalberto Fernández

A LA GENTE NO LE GUSTA CUANDO HABLO ASÍ

Charles Bukowski



Lo sé,

voy a seguir gritando en un desierto

atiborrado de musiquitas estúpidas,

atestado de pulgares histéricos

y voy a seguir gritando

para decir pan cuantas veces me dé la gana

aunque mi voz no sea otra cosa

que una astilla,

el mínimo y absurdo resto del gran naufragio

del que nadie guarda memoria alguna

porque ya son las nueve en canal nueve,

porque el Merval tuvo la mala idea de caerse

y porque de noche todos los gatos son pardos

y el color de la basura es tan indefinido

como la vida trajinada en la planicie.



Lo sé,

voy a seguir gritando en un desierto

cemento cementerio desbordado de muertos

descabezados, descorazonados,

deshechos, desprovistos, desquiciados,

entretejidos con la pendencia y el escándalo

de timbres, de bocinas, de pantallas,

de ese sordo ruidaje que alisa las cesuras,

las soberbias mandíbulas montadas

en las cuatro por cuatro o en dos patas,

enjambre de idiotez,

menú a la carta para solícitos gusanos,

dietético menú, sin sal ni especies.



Lo sé,

voy a seguir gritando en el desierto

y me importa un carámbano

que no se escuche nada:

no hablo para ellos.

Yo voy a decir pan para quien tenga hambre.








Long-Ohni

viernes, diciembre 04, 2009

CONTEMPLACION

No intentes escapar de mi mirada.
No te inquietes, ni escondas ni te ausentes.
No indagues ni rehuyas. ¿Pues no sientes
que ajeno a ti no puedo ver ya nada?

Al verse así mi voluntad atada,
las lágrimas derrama como fuentes
cordales, de deshielos impacientes.
En mí, caudal; en ti, agua remansada.

¿Qué tienes? Me preguntas. Y yo callo.
No dice la palabra más ardiente
el fuego que pupilas expresaron.

Sintiendo la pasión, tal como un rayo,
los ojos cierro al fin, hundo la frente,
temiendo si al mirarte te quemaron.

Blanca Barojiana

Otoño

Se me cayó el corazón
como una fruta madura:
pesó tanto la espesura
de su desesperación

que, sin dar una razón
de su impensada premura,
abandonó el alma oscura.
Ya no tengo corazón.

Ya no tengo corazón:
no padezco la locura
de latir mi desventura
al compás de mi pasión.

Pero no hay compensación
para el alma, que no cura
de la insólita amargura
de su otoñal desazón:

en la pálida extensión
de su desierta llanura,
va buscando, porque jura
haber visto un corazón.

Cristina Longinoti