miércoles, septiembre 24, 2008

La noche

La tristeza se ancla en la inmensidad gris.
Y se expande desde mí al mundo.
Ayer intenté retenerte en mis manos.
Solo retraje las caricias inconclusas.

Mi amor es demasiado para compartir.
Pero albergarlo dentro mí, es asfixiante.
Sé que te atemorizo, sé que te asustas.

La noche se extiende desde el cielo hasta mí.
Y marca el ayer como tiempo inexistente.
El mañana traerá de nuevo tus besos, tu presencia.
Pero nunca te traerá completo a mí.

Es extraño ver caer la noche en mis labios.
Es extraño poder amar tanto.
Y sin embargo resignarse de la promesa feliz.

La distancia no tiene medida, solo oscuridad.
Y viento.
Tú no sabes reclamarme,
ni retenerme,
no sabes pertenecerme.
Tú no quieres mi sangre, ni mi linaje.
Ni la secuencia de cuerpos y de vida,
comprendidos en mi cuerpo de mujer.

Sé que nuestro desencuentro
va más allá del tiempo.
Del espacio.
Desencuentro en la noche.
Que albergas en tu mente, en tu corazón.
Esa frialdad emblemática de hombre.
Esa penumbra constante en los nombres.
Esa rigidez de alma exclusivamente masculina.

La noche se agranda.
Se enaltece.
Se eterniza.
Arponeando.
Mi pecho.
De mujer vacía.

Me dejo caer ante la derrota de mi sueño.
Me dejo vencer por la herida.
Aunque alce mis brazos al cielo.
No abrazo más que el frío.
Y permito que avance ella.
La noche que permanece.
La noche que se expande.
Y se purifica.
La noche que me hiere en la constancia.
Mientras tú existes.

Amparo Carranza Vélez.
30 de Diciembre de 2006.

lunes, septiembre 22, 2008

“Llegan vacías mis manos

“Llegan vacías mis manos
por amasar malos vientos”

Emilio Medina Muñoz








Porque sembré espinas

y coseché llagas



porque amase tempestades

viajando en remolinos de errores



porque fui causa y fin de mi propia existencia

y bebí la vida de a sorbos sin saciar la sed



porque doblé la felicidad tirándola a un lado

y me jacté del amor que lloró su adiós.





Será la nada

la cuna en que meza mis sueños

agujero negro

devorando lo que nunca existió.



Será el vacío

la nave en que cruce el alma

/hacia algún destino

/que tal vez ni exista.



Liliana Varela 2008

Ojitos tristes

Ojitos tristes…

Escuche de pronto tus pasitos

Y sin abrir tus pequeños ojitos,

Me dijiste mamá dame un abracito.

¿Por que estas triste mi chiquito?

No se mamá me duele el corazoncito.

Mi alma se sofoco al sentir tu cuerpecito,

En la habitación el silencio fue infinito

Mi corazón se cubrió de huequitos;

Mientras me apretaban tus bracitos

Repetí mil veces te quiero amorcito…

Eres el amor de mi vida…no llores chiquito

Mira la luna en ella están tus ojitos...

Cada estrella te sonríe mandándote besitos

Escucha en el zumbido del aire a tu angelito

Cantando rondas de bellos versitos…

Llenos de bendiciones que son como dulcecitos

Que te alegran el alma…y dan brillo a tus ojitos

No llores más mi pequeño Luisito

Que mi alma se sofoca…y llora mi corazoncito

No soporto ver tristes triste tus ojitos

Con mucha tristeza y llanto escribo estos versitos

Ahora que ya duermes…en mis brazos pequeñito.

Mamá velará tu sueño...y te llenará de mimitos

Que dios te bendiga mi bolito...

MORU*S

06/11/07

jueves, septiembre 18, 2008

Aquella noche…

“nunca mas, nunca mas…” Allan Poe, sabia de soledad…





Aun siento el salado sabor de la sangre en mis labios.

Cuanto dolor; pero era tan joven, tan inocente, tan bello.

Que no pude frenar mis malsanos instintos y di rienda

Suelta a mi horrorosa maldición…



Se que cometí un error¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Pero tan alto precio debo pagar?





Aquella noche funesta, apareció ante mi.



Alto, distinguido, elegante…

Me tomo entre sus brazos y susurro en mi oido,

Palabras dulces, agradables de escuchar.



Me ofreció el mundo entero, la eternidad,

Eso y mucho, mucho mas…



Ya casi había perdido el aliento, cuando sentí

En mi cuello aquella mordida fatal.



Y desde entonces, desde aquella fatídica noche,

Vivo errante, vagando, por toda la eternidad…





“Dicen que los Ángeles visten de blanco y tienen alas.

El que yo conocí, vestía de negro, bebía licor, mucho

Licor y fumaba habanos”



A ti, mi ángel, Melahel, donde quiera que estés…









(Moni)

Intervalo.

Nada es demasiado

cuando caes en el encuentro.

Todo es un instante.

Una enciclopedia de instantes.


El paraíso es un instante,

cuando presencio tu alma en mi cuerpo.


Y un silencio intemporal

me sostiene en tus brazos.


El reencuentro es y será en mil años.

Y todo será, la espera.


Existo y desaparezco, y vuelvo a existir.


Ese eterno intervalo

entre distancia y beso y labio.


Nada podrá reconstruir mi carne

mientras no me encarne en tus manos.

Y me reencuentras.

Y me vuelves a crear.

Y te paseas en mi alma.


Nada de mí existiría,

en el capricho material del cosmos.



25 de Noviembre del 2004.

Amparo Carranza Vélez.

miércoles, septiembre 17, 2008

RECORDÁNDOTE

-P.83

Voy a volar en el tiempo
para llegar a tu vera
y así pasar los eneros
sintiendo que es primavera.

Tu piel me dará calor
tus labios darán dulzura,
olvidaré la amargura
de vivir en el sopor.

Por que se que estás allí
llegar no se hace imposible
haré todo lo intangible
para llegar hasta a ti.

Pasaré por grandes mares
y vestida de alegría
pensando en ti vida mía
llegaré por esos lares.

Y se hará la primavera ...
cuando den fruto las piñas.
Y seré la gitanilla
que sentada en tus rodillas
mirará la carretera.

Susana Stefanía Ceruti
08/08/2008
Derechos Reservados

sábado, septiembre 13, 2008

DE SUEÑO EN SUEÑO

Como un sueño discurre la vida
en un abrir y cerrar de ojos.
Soñamos mientras dormimos y
a voluntad soñamos despiertos,
cuando afanados buscamos
maquillar realidades no gratas.
Soñamos con un mundo distinto
en donde la pobreza no tenga cabida,
en las fronteras no existan murallas,
unidos los hombres sean hermanos
y en la tierra sólo reine la paz.

Soñamos con alcanzar el amor,
sentimiento que enaltece el
espíritu y al cuerpo estremece
con desbordante pasión...
Y así se nos pasa toda una vida:
de sueño en sueño soñando.
¿Será quizá el preámbulo de
aquel sueño eterno del que
jamás se podrá despertar?


©SKORPIONAInés de la Puente
http://www.skorpion a.com/de_ sueno_en_ sueno.htm
http://skorpiona. webcindario. com/de_sueno_ en_sueno. htm
Derechos de autor reservados

viernes, septiembre 12, 2008

Mi alma

Pongo estos seis versos en mi botella al mar
con el secreto designio de que algún día
llegue a una playa casi desierta
y un niño la encuentre y la destape
y en lugar de versos extraiga piedritas
y socorros y alertas y caracoles.

Mario Benedetti.





Es así que nutro a mi alma

aunque su materia no entienda.

La alimento con cuidado

para que dure y sea ella

dueña del candor alado

figura señera y bella

lista para la contienda.

Espíritu concentrado

en acciones limpias y sanas.

Claro dibujo emanado

del amor y de la estrella

asomando a la ventana

quedando siempre su huella.

Pesa tan poco y aún da

sus efluvios y sorpresas.

De la Santa Trinidad

extrajo la mayor remesa.



Oscar Néstor.

ENTRE EL HUMO

Todo el mundo entrevisto en el humo azul
de un café y un aire danzante por la cintura

de las camareras, extraña curva de un sol
fantasmal bajo la sombra fiel destas calles.

Declinante luz al filo de otros dados y una íntima
voz para evocar las calles de otro tiempo

como el remoto camino que a esta noche
precisa entre todas las noches condujo. Exacta cifra

en la baraja marcada del infinito azar
de los tiempos: ya en la noche cerrada se hunden

los pasos del viejo y detrás otros pasos. Y qué negro
parece ahora tu mar, qué lejos del Faro, Alejandría.

Alejandro Drewes

miércoles, septiembre 10, 2008

A UN DIOS VENCIDO

Pero al cabo no engaña el signo
crepuscular de la hora ni el flamígero
viento que sopla y que pasa

Sorprendido a mitad de la vida
qué innúmera fuerza, qué sino
condujo una vez hasta aquí,
qué oscuro ajedrez torna opaco
aquello amado en su día
y en la noche de su día huye,
con qué veloces caballos huye.

Ya nada más queda sino esta misma
sombra fiel, la del fruto ya pasado
que proyecta la flor de su instante
sobre la tierra.. Ebrio te lleven las
aguas, ahí donde nunca tus pies
soñaron llegar: Thalassa. Y en tributo
este canto a un lejano dios ya vencido.

Alejandro Drewes

lunes, septiembre 08, 2008

ATARDECER


Los asfaltos y muros ciegos,
inundados por la sombra violácea.
En ellos deambulan el viento y los pasajeros,
nada permanecerá inmutable
en el tiempo.
Puedo sentir el aliento húmedo
del río.
Sé que es verano.
Sé que me he perdido.
Deambulo dentro de estas paredes.
Sólo un destino vano,
como los sueños del hombre.
Recuérdate porque nadie lo hará por ti.
Reconfórtate en el silencio solitario.
Pues nos invaden las máscaras iluminadas
por última vez.
Violeta.
Púrpura.
Carmín.
El cielo se deshace.
El tiempo se termina.
Y tu silencio es otra pared,
otro muro ciego,
del cuál no puedo huir.
No puedo olvidar.
Se acercan los olores mojados
de la lluvia.
Palidecen los rostros desconocidos,
aferrados en sus escondites,
ocultos de la vida.
Sé que el próximo jacarandará
irá a deshacerse,
como este cielo,
como mis manos,
como tú.
9 de Noviembre de 2001.
Amparo Carranza Vélez.

domingo, septiembre 07, 2008

NO PODÉS


No podés cortar el lazo que une tanto
ni desandar noches de insomnio
en pos de otra quimera.
Pocas veces se orienta el nudo
hacia el sol de la impotencia
y muchas duele
entorpecer la ruta con penas.

No podés doler guitarras
ni abandonar la nave del pasado.
Vivir a veces es avanzar
y recuperar lo perdido.
Tal vez sea ese el sino
de quien arrasa sin pudores
y se va sin la liturgia
que derrama resplandores.

No podés cortar el lazo sin motivo,
preferís desempolvar los versos idos,
para incautar nueva presa,
que a la mente dispersa le traiga anclaje
y como de remate una melodía crezca.

Para quién es la victoria.
Hete aquí el problema.

Elisabet Cincotta
derechos de autor reservados

viernes, septiembre 05, 2008

ENTRE 4 PAREDES

Probablemente
tu contemplación
discuta con las tinieblas
que me asaltan.

Yo transgresor…
Soy como un extraño
en tu recámara.

Pero eso no quita
que robe tu germen
y alimente tu sonrisa
por fuegos inconclusos
que se dan
en esos sesentas minutos
entre cuatro paredes.

SANTOAMOR

Mi montaña


Una a una mis pisadas sometidas a un impulso
son guiadas al deseo de ver nacer al sol
cada mañana
un rito detrás de mi ventana
extasiado huelo con los ojos la primera creación
¡tendrías que observarlo con mi pecho!
ver el parto de una dama que da a luz al sol
con uñas afiladas el niño busca amanecer
y la madre que es montaña abre paso por su vientre
mostrando a su pequeño elevado con sus brazos
comparte en mi ventana el orgullo de ser madre
sol, montaña
en un baile con vestidos alargados
sentimientos postrados de rodilla
dando gracias de haber visto
a mi montaña vestida de mujer

y el mar arrepentido envía su mensaje
viajando entre las nubes le dice que la ama
llorando el magnetismo que perdió con su partida
le ofrenda oraciones que viajaron con el viento
voluntades superiores de quien se sabe nada
y logra en sus victorias ver el polvo que lo forma
el hombre es todo en su soberbia de poder
y nada si la vida se marchita
postradas sus rodillas eleva su oración
arrastrada por el peso cae a tierra dispersada
viajando por los filtros encuentra los caminos de llegar con otras hasta el mar
y el las toma plagiando las palabras
construyendo su poesía para enviarla entre las nubes
con sus aguas convocadas eleva el ruego que no pudo escribir
y la dama que es montaña
los recibe hecho llanto
privándole la luz del hijo que es de ambos
mas el niño siendo hombre
atardece en los brazos de su padre
quien abriga en un ocaso al hijo que no vio amanecer

una dama que escapo de un amor que la aplastaba
emergiendo con la furia de mil años contenida
elevada por sobre la soberbia de seres diminutos
que soñaron contener la pasión de una mujer
emergió
consumiendo la soberbia al nacer entre las aguas
obedeciendo un fuego que empujaba sus deseos
negó a la muerte para ser idolatrada
blanca, pura, digno templo donde Dios poso sus pies
magnánima con llanto desprendido
no pudo el mar contener el valor de una mujer
que es montaña, templo y paraíso
valiosa dama sin prisión
fuerte imán absorbiendo energías positivas
escondiendo al sol en sus espaldas
hoy vestida de pureza
permitiendo que las nubes acaricien sus cabellos
humedeciéndolos con gotas sin contaminantes
cayendo por su cuello desprendiendo sus pecados
por causes demarcados fluyendo hasta sus pies
desprendiendo la materia que no sirve a su poder
donde razas extinguidas
postraron holocaustos
envuelta en poderío desgarro los campos con mil horas trabajado
muerte, hambre, bendición
mientras ella prevalece con nieves de mil años en su cumbre
abrigado niño en un sueño para siempre
mientras que su amante envía ofrendas que no quiere
postradas energías viajando entre los cerros
extrayendo voluntades
oraciones
sueños elevados con las manos de buenos sentimientos
mientras que su amante en un cicló sin final
recibe los pecados que se arrastran
en las mismas aguas en que ella responde que no quiere ya su amor
y yo envuelto
entre mi montaña y un mar que no me pertenece
recolecto las migajas para hacerlos poesía
amando siendo ella de otro
negándome el beso que reclamo
ocultándose del brillo de mis ojos cuando ella lo desea
envuelta por nubes que la encierran en palabras
esta hay; sin tener la fe para sacarle sus vestidos
vanidosa dama envuelta por neblinas
que cree que el amor no existe para ella
perseguida a pesar de la distancia
por un mar que no supo contenerla
enviándole argumentos que valora y no precisa
porque vio que en su interior había un Dios
ofrendas de palabras que no quiere entre sus brazos
escucha ruegos negando a sus oídos
porque ella encontró al lado de Dios
el valor de ser mujer
y ser amada
bendecida idolatrada
dando vida conteniendo al sol con su poder
destilando el agua por cascadas diminutas
colores verdes agradecido en sus orillas
azules de pureza a la altura de sus manos
y un manto de flores amarillas que caen por sus hombros
jugando entre piedras transparentes
que un niño con su padre
lejos del inicio guardo en sus bolsillos
entregándole a su madre una ofrenda que envió un día mi montaña
por ser fuerza de hombros decaídos
montaña, cielo, paraíso
fabrica de sueños
valores de mujer
vientre que la puso a la altura del gran Dios
creadora y creador.


http://albertoviera 4.blogpost. com

martes, septiembre 02, 2008

Era

Era casi invisible
como un amante neurótico
en su negativa a abandonar la piel

Era una jornada sin amanecer
en que las aves no avisaban la alborada
una mañana de rutina en su jornada.

Era tan pesada la atmósfera
por la dificultad que suponía
atravesarla sin ayuda.

Entre mas lo definía
se acumulaba la tarea
porque no podía hacer nada.

Oscar Néstor Galante.