sábado, julio 19, 2008

DIATRIBA




Lentos, pausados torbellinos en la sangre.

mueven, licuan, defenestran

el cauce rojo de la vida.

No hay tiempos

en la soledad sin fin

con la que copulan las arterias

porque el mundo no vive

en el latido del pulso.



Así es que la sangre se anochece

con su propia luna,

así el cansancio de su voz

besa su propias playas,

así su silencio en grito muerto

a contraluz de las horas sucedidas.



Lentas, pausadas brisas en la sangre.

sumisos movimientos sin palabras

que describen días idénticos, y silencios,

y dolores, y cansancio, y el estúpido amor

con las manos bien asidas a la cordura,





........................... sobreviviendo.


Issa Martínez

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