domingo, mayo 09, 2010

YA NO ME ATREVO


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Ya no me atrevo más al recuerdo de ti.

Ya no se posan las manos certeras

sobre los mismos recovecos.

Ya podrán volarse todas las golondrinas de regreso.

A ese mundo, a ese otro cielo.

Llevándose con sí, todos los perfumes perfectos de ti.



Será como un deambular sonámbulo

perteneciente a los no vivos.

Indigna de ti, mi alma. Sabrá vivir.

Sabrá existir.

Sabrá cantar.



Ya no me ahondaré en tus penumbras de alma.

En tus vacíos de amor.

Vibraré en las alturas amarillas de la alegría.

Dentro del halo del sol.

Donde todo es perdurable.



Recordaré el transitar de un ave.

Guardaré en mí, el perfume del viento.

Libre, libre, libre otra vez.

Libre, libre, libre del amor y de ti.

Podré ser yo misma al fin.



Ya no me atrevo más a las lágrimas.

Porque mi alma es solamente de Dios.

Y soy digna de la luz.

De llevar la insignia con la flor de lis.



Ya no me atrevo a llamarme más tuya.

Seré de otro o de tantos otros,

tanto como mi corazón indómito decida.

A su antojo o al antojo del sol.



Ya no me atreveré a ser servil

a tu recuerdo aglutinante.

Seré libre como la mariposa en su trayecto.

Feliz como digna hija de Dios.



Amparo Carranza Velez

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