Encontré al hombre
de mis adverbios de modo
y entonces fui
caligráficamente
desquiciadamente
lentamente
perdiendo todos mis pro-nombres.
Y entonces fui
estoicamente
contundentemente
silenciosamente
sabia en el saber
del sabor brotada
subrepticiamente
acaloradamente
sensiblemente
supe al fin
cual era mi circunstancia
de lugar y manera
supe de mi apellido familiar
supe que soy de linaje
en el lino de sus aceites reparadores
supe de mi religión
que he predicado por sus proverbos
Tañida con su bronce
me tocó hasta que dejé de sonar
y soné en la noche más maravillosa
con todas las estrellas
en sus ojos y enojos
servil y reina
me hizo modificante
la Primera mujer.
Fanny G Jaretón
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