La luz se enciende
cuando la coherencia
se hace presente
entre los ignorantes
la vida no es eterna
en la furiosa tierra
pero nuestras almas
descansarán en el azul
el orfeón desafina
en el resguardo del infierno
el oleaje de la muerte
se rompe contra la fe
el resplandor de la victoria
se debilita con el fracaso
el mañana se hace suplicar
mientras el pasado nos condena
los excesos nos consumen
la impaciencia nos revienta
el engaño nos llena de traición
las decepciones nos vacían
la creación poética
se disuelve en los caminos
de los pensamientos
llenos de incertidumbre.
Claudio Benery
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