El Negro era el Negro y él lo sabía...
tal vez por eso aparecía
en las noches silencioso amante,
enamoradizo y sufriente del amor que lloraba.
El Negro era el Negro
por eso cada noche aparecía
en busca de noctámbulas soledades
para tañer de sonrisas rostros taciturnos
con verdades vividas y mentiras olvidadas.
Se sabía subyugante, por eso era el Negro,
fumador porrero de su existencia anárquica,
donde oscurecía su lamento
por la ilusión perdida
y en esa ebriedad de la búsqueda incesante
caminaba sobreviviente levantando faldas.
Por eso quizás era el Negro
imposible no caer en la conversación teñida
de ambulantes fantasmas amorosos
mezclados con lágrimas
y pasiones sacudidas por la emoción del encuentro.
Historias de citas pasadas y sensaciones vistas,
cuentista crítico de la vida,
desparramaba felicidad.
El Negro por ser el Negro no se podía olvidar
ni siquiera de él mismo.
Elisabet Cincotta
derechos de autor registrados
09/02/2004
1 comentario:
El negro, insoslayable personaje, en tus letras cobra vida.
Oscar.
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