Que terrible es prejuzgar
más terrible que celar
y ni hablar del envidiar…
cada poro de tu cuerpo
estremecido en tormento
de querer y no alcanzar.
Quitas abrigo al que sufre
por tus pensamientos vanos
creyendo que está en verano
en cambio en invierno crudo
de soledad se retuerce
pero tú insitas , inerte
frivolidades y ayunos
Que triste tu andar desnudo…
los deleites de la vida
pasan gritando al costado
de tu talle , que afanado
por conservar la elegancia
denota fragancia rancia
y desamor no cristiano.
Pues es grave el corazón
que contempla sin amar
y arremete sin acertar
la verdad del ser humano.
SUSANA RODRIGUES TUEGOLS
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