"La gloria de los finales"
Malo es el amor que mezcla la penumbra con la brisa.
Y yo, durmiendo las noches, por mí y todos tus días
con la avidez en la espera de que alguna vez te aferres
a esas dosis de ternura que apenas miras de lejos.
¿Es preciso ser tan bueno, y a la vez ser desperdicio?
La poesía es de ventana, siempre blanca y detenida
entre tus ojos abiertos. Y otras tardes siendo vida
que remienda mi horizonte con un vacío bullicio
hasta ahí, donde te alcanza el sudor de horas perdidas.
Cuando sos un tiempo roto, yo camino en tus abismos.
Te es necesario, liviano, hilvanarme a tus miradas
para que caigan palacios, y esos príncipes azules
que yo solía soñar, se evaporan en vos mismo.
¿Es preciso que especules a partir de los temores?
La agonía de la gloria se tropieza con mis manos
porque conozco los pliegues y el olor de tus dolores.
Entonces no puedo irme, temo dejarte tan solo
entre la maestría transferida de la angustia
a tu propia biografía cercenada, gris y mustia.
Pero no soy fortaleza con este aire anormal
por eso es que me retiro dócilmente de tus gestos
desnudando parecidos sin ser cristal de verdad.
Intentaré algún perdón olvidado en mis esquinas
con las arpas de mis letras, bajo ritos y rutinas.
Y si seguís caminando, entre terrores baratos
con lágrimas hechiceras, hacia tu línea anhelada
la que supo ser mi nada, y que aún me lastima
sólo apagaré el fuego en el corazón de aquella
a quién le duelen los hombros de tanto empujar el aire.
Confundí alma con amo. Soy yo misma, en este instante
un futuro sin mañana que extraña al romanticismo.
Hasta que no aprendamos por lo que ha sucedido
no habrá gloria en estas almas de final aniquilado.
Y sé todos los detalles de la historia de tu risa.
Mabel.
http://ebelina. blogspot. com
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