
Sin pausa y con prisa
enamoro a un lamento
que aún retengo en mi alma.
Doy mis palabras a la brisa
y en cuestión de un momento
vuelve la paz y la calma.
Pienso que si me esperas
aún en tiempo de ocaso
será larga la siembra y dulce el recolectar.
Y si al corazón lo atemperas
te buscaré en cada paso
para poderte encontrar.
Oscar N. Galante
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