sábado, enero 05, 2008

Mago Celta




Otros dos viejos poemas, separados entre sí por el tiempo ...



Ayer pasé por muestra esquina.
Vi al colorado que te había asustado
tirado en el umbral del cajero

tomando cerveza.

Descubrí que es mago
y debe haber bendecido (o maldecido)
la noche de los brazos en jarra.
En el semáforo
hacía malabares con clavas encendidas,
las pequeñas flamas flotaban en el aire;
parecía sacarlas de sus manos.
Sospecho que algo de eso debe haber,
es un hechicero celta, pienso.
Si alguna vez nos unimos,
él debería oficiar la ceremonia,
según el libro que me diste esa noche.
Si alguna vez nos dejamos
tendré que matarlo en esa misma esquina.





Mago Celta II



Ayer gasté mis tres deseos con tu nombre,

no importa que lo diga,

igual es imposible.



Por la tarde, en la feria artesanal,

compré un guerrero de los malos;

buscaba rubias con la mirada,

presentía con las tripas.



Era, a una cuadra, nuestra esquina.

Busqué al mago celta por instinto;

quería acusarlo de traidor:

me acordé de pronto

que hace tiempo lo había asesinado.

Fantasma Bet

No hay comentarios.: