jueves, septiembre 18, 2008

Aquella noche…

“nunca mas, nunca mas…” Allan Poe, sabia de soledad…





Aun siento el salado sabor de la sangre en mis labios.

Cuanto dolor; pero era tan joven, tan inocente, tan bello.

Que no pude frenar mis malsanos instintos y di rienda

Suelta a mi horrorosa maldición…



Se que cometí un error¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Pero tan alto precio debo pagar?





Aquella noche funesta, apareció ante mi.



Alto, distinguido, elegante…

Me tomo entre sus brazos y susurro en mi oido,

Palabras dulces, agradables de escuchar.



Me ofreció el mundo entero, la eternidad,

Eso y mucho, mucho mas…



Ya casi había perdido el aliento, cuando sentí

En mi cuello aquella mordida fatal.



Y desde entonces, desde aquella fatídica noche,

Vivo errante, vagando, por toda la eternidad…





“Dicen que los Ángeles visten de blanco y tienen alas.

El que yo conocí, vestía de negro, bebía licor, mucho

Licor y fumaba habanos”



A ti, mi ángel, Melahel, donde quiera que estés…









(Moni)

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