
No podés cortar el lazo que une tanto
ni desandar noches de insomnio
en pos de otra quimera.
Pocas veces se orienta el nudo
hacia el sol de la impotencia
y muchas duele
entorpecer la ruta con penas.
No podés doler guitarras
ni abandonar la nave del pasado.
Vivir a veces es avanzar
y recuperar lo perdido.
Tal vez sea ese el sino
de quien arrasa sin pudores
y se va sin la liturgia
que derrama resplandores.
No podés cortar el lazo sin motivo,
preferís desempolvar los versos idos,
para incautar nueva presa,
que a la mente dispersa le traiga anclaje
y como de remate una melodía crezca.
Para quién es la victoria.
Hete aquí el problema.
Elisabet Cincotta
derechos de autor reservados
2 comentarios:
Gracias María por este posteo y por todo lo que hacés por nosotros.
besos
Elisabet
Elisabet
Un honor poder estar con Uds.
Besos
Maria
Publicar un comentario