ELISABET CINCOTTA
La vida no es una línea recta.
Es una curva que trazas como quieres,
y cuando llegas al ocaso
sólo quisieras volver atrás...
Al barrilete remontado en la plaza
llevado por el vientito otoñal,
sabor a mandarina en la boca,
bolitas, figuritas con brillantina
que se pega en las manos
y pone estrellitas en el rostro,
primer beso de la pubertad inocente,
beso de tornillo de la adolescencia
en el rincón guarnecido
de aquel farol alcahuete
con su luz amarillenta.
Zaguán del primer amor
en las penumbras clarificadas
por la luna llena enamorada.
Deseos de volver al baile sabatino
donde los ojos jugaban al sexo sin saberlo,
pasión no declarada,
arrepentimiento de no haberlo gritado,
fantasmas del tiempo
que se arremolinan turbulentos
en la imagen de esa niña
que buscas cada día en el recuerdo
para poder ser aquel
que entre serenatas y piropos
se perdió una tarde
en la ruta implacable de su vida.
ELISABET CINCOTTA
08/02/2004
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