De: juan sagarda
Me querías tanto, tanto
que no querías lastimarme,
me ofreciste a tu hermana casada
sabiendo que no me tocaría.
Me querías tanto que sigo estando solo.
DIN DON DAN
Hacías tanto ruido
que te creí campanilla
en la cúspide de mi santuario,
hoy me di cuenta que las nueces
también suenan fuera de las épocas navideñas.
Y yo ya estaba festejando sin tocarte.
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