Las raíces de nuestra vida
unen el cuerpo a la esencia.
Aunque demos un paseo
por las nubes
siguen aferrándonos,
haciendo de lazos,
penetrando fuertemente.
Rodean con su savia
todos los sentimientos.
Nos adhieren a la tierra,
penetran en la sangre,
recorren las venas
y llegan al corazón.
Son el camino de hoy,
el sendero de mañana.
Nos cubren sus ramas,
nos arropan sus hojas,
nos alegran sus flores.
En un mundo vacío
si no poseemos raíces
no nos sentiremos dignos.
Oscar Néstor Galante.
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